La mayor parte de los alimentos en el mundo tienen su origen en la #agricultura a la más pequeña escala, llamada agricultura familiar. Pocas veces encontramos algo que, a pesar de parecer tan simple, tiene un gran impacto a nivel global en tantos aspectos. Cerca del 80% de la población en situación de pobreza extrema vive en zonas rurales y se dedica a la agricultura.
La agricultura familiar es un motor para erradicar la #pobreza, la #desigualdad y el #hambre (aproximadamente 815 millones de personas siguen padeciendo hambre en el mundo) así como todas las formas de malnutrición; auxilia al cese de la pérdida de #biodiversidad. Puede ayudar significativamente a garantizar la seguridad y soberanía alimentarias; a mejorar la nutrición familiar; a preservar los patrimonios culturales, históricos y naturales, así como las costumbres y tradiciones; a generar y mantener empleos productivos e incluyentes. Es también un aliado en el uso #sustentable de los recursos naturales, especialmente de los #suelos y el #agua, y en la conservación de la naturaleza y los servicios ecosistémicos que nos brinda. Inclusive, una agricultura familiar fuerte y sólida, puede ayudar a abordar los problemas migratorios a través de la creación de ambientes de seguridad, inclusión, mejora en las condiciones de vida y de empleo de manera local en las zonas rurales.
¿Por qué es tan importante?
No debemos de perder de vista algunos indicadores para tener contexto:
1 de cada 3 personas en el mundo es campesino.
Más de 1,000 millones de campesinos realizan labores de cultivo de forma artesanal.
En el mundo hay 570 millones de explotaciones agrícolas (unidades de producción), de las que más de 500 millones corresponden a agricultura familiar.
Su relación con el cambio climático es bidireccional. El fenómeno global del cambio climático incide negativamente sobre la agricultura a través de varios factores, tales como cambios en los patrones de temperaturas y lluvias, inestabilidad e incertidumbre en las condiciones estacionales, entre otros. Esto crea la necesidad de implementar acciones de adaptación a sus impactos.
Por el otro lado, la agricultura familiar emplea comúnmente métodos tradicionales, menos invasivos con suelos, agua y biodiversidad que la agricultura industrial, teniendo, en consecuencia, una menor incidencia en los factores de aceleración del #CambioClimático.
A su vez, cuando la agricultura es sostenible, genera diversos y muy valiosos #ServiciosAmbientales.
2019-2028: Decenio de la Agricultura Familiar
El Decenio de la Agricultura Familiar de la ONU (2019-2028) tiene como propósito fomentar sus grandes aportaciones a varios asuntos de interés global, mismos que además están alineados con diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible (#ODS): contribuir en la erradicación de la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad, el uso sostenible de suelos y agua, y hacer frente a las causas y efectos del cambio climático a través de la generación de políticas públicas que favorezcan a la agricultura familiar en el mundo. Será implementado por la FAO y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Se puede ver como la continuación de los esfuerzos que se suscitaron a raíz del Año Internacional de la Agricultura Familiar en 2014. Es importante notar que este decenio coincide parcialmente con el Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición (2016-2025).
Dentro de los objetivos del Decenio de la Agricultura Familiar, destacan la adopción de un concepto integrador de agricultura familiar -que incluye bosques, acuicultura, pastoreo y pesca familiar, la promoción de intercambio de experiencias “farmer to farmer” y el papel fundamental que juegan mujeres y jóvenes en la agricultura familiar.
Las políticas públicas, en consecuencia, deben fomentarla y fortalecerla.
No solo hablamos de dignificar el trabajo y su visibilidad, otorgar certidumbre sobre derechos de propiedad y la protección de las especies nativas o los modelos ancestrales de producción sostenible, también hablamos de equidad en múltiples sentidos: desde el acceso a tierras y agua hasta mercados y estímulos a la producción y comercialización, sin dejarlos en desventaja contra la agroindustria. Si entendemos el desarrollo sostenible de manera integral, no dejando a nadie atrás, cuando hablamos de pobreza y seguridad alimentaria todo empieza en la Agricultura Familiar.
Existen muchas razones para apoyar la agricultura familiar:
La agricultura familiar y los ecosistemas en los que se encuentran guardan una relación positiva muy estrecha. Fomenta la seguridad alimentaria y una sana nutrición. Aumenta los ingresos familiares y la economía de la comunidad o región. Conserva la identidad y las tradiciones culturales locales. Ayuda a mantener los servicios ecosistémicos y la diversidad biológica. Las voces locales se ven fortalecidas. El manejo sustentable de la actividad agrícola, de los recursos naturales y de los ecosistemas se garantiza. El bienestar de la población local se amplifica.
Y muchas maneras de hacerlo. Tres muy sencillas:
Difundir sus beneficios (este video y la infografía que viene abajo pueden ayudar).
Comprar directamente a productores locales.
Ayudar a construir el Plan de Acción Global de la Década de la ONU de la Agricultura Familiar respondiendo a la Consulta.